Discurso de inauguración Simulacro de Emergencia SIMEX 2015
Secretario de Estado participó en la inauguración del encuentro que busca poner en práctica procedimientos, protocolos y metodología de coordinación entre actores nacionales e internacionales ante un sismo de mayor intensidad.
Muy buenos días señor ministro de Estado, señores embajadores y cuerpo consular, señores representantes de las Fuerzas Armadas y orden y seguridad y Policía de Investigaciones que se encuentran presentes, señores subsecretarios de Estado, señores Jefes de Servicio, señor Presidente de Bomberos de Chile, don Miguel Reyes Núñez, señor director Nacional de la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, general Ricardo Toro Tassara, representantes de Organismos Internacionales, participantes en este simposio, en este ejercicio, representantes nacionales que participan en el SIMEX 2015, invitadas e invitados especiales, señoras y señores.
A las autoridades que organizan esto, muchas gracias por la invitación a inaugurar este seminario y quería compartir algunas breves palabras en virtud de la invitación que se me hace para dar inicio a este seminario. Qué duda cabe que resulta una coincidencia que estemos inaugurando este ejercicio a menos de una semana del terremoto y posterior tsunami que afectó hace unos días a la zona centro y norte de Chile. Un sismo de 8,4° en su epicentro en la escala Richter.
El más grande según se me informa que ha registrado el planeta en todo lo que va del año 2015. Y es cierto que produjo daños importantes y hubo lamentable y dolorosas pérdidas de vidas humanas. Qué duda cabe, un hecho lamentable pero que nos recuerda que ante los desastres naturales no podemos jamás descuidarnos, y que todo aquello que hagamos para prevenir, para prepararnos y tener respuesta oportuna, será siempre trascendente e importante a la hora de que los efectos de este tipo de fenómenos sean más acotados, particularmente en lo que se refiere a pérdidas de vidas humanas. Todo lo otro es recuperable, menos aquello.
A lo largo de la historia del país, hemos ido aprendiendo. De hecho , en el último terremoto cerca de un millón de personas fueron evacuadas del borde costero sin mayores contratiempos. Pero para que ello pudiera ocurrir, por cierto que se necesitó una acción rápida eficaz, certera, de los organismos encargados de alertar, particularmente la labor que me tocó presenciar en vivo y en directo del SHOA, sus nuevos equipos técnicos, su capacidad humana, puesta a disposición de esta decisión.
La labor de la gente de Onemi, desde su jefe hasta todos los que trabajan ahí, puesta a disposición también de la ciudadanía. La labor de las autoridades comunales, provinciales y regionales. Pero todo aquello, todo ese aumento de la técnica de la capacidad humana, de la precisión, sería no sé si inútil, pero no tendría la misma validez, la misma profundidad si no hubiéramos contado con un elemento central: la colaboración de las mujeres y hombres chilenos que entendieron que la tarea fundamental a pocos minutos de ocurrido el terremoto, era proteger su vida. Como decíamos al comienzo, lo único que no se puede recuperar.
Los chilenos, las chilenas hemos ido aprendiendo y sabemos que lo esencial es evacuar en calma, en orden, con respeto al que va al lado, proteger la vida, tal como en otras circunstancias históricas, en otros momentos del mundo, los chilenos y chilenas estuvieron dispuestos a dar la vida si fuera necesario; en estas circunstancias lo que hay que hacer es proteger la vida a como dé lugar.
Los organismos públicos e instituciones trabajaron de manera rápida, las FF.AA. y las policías se desplegaron rápidamente en las zonas afectadas para dar tranquilidad a la población e iniciar los trabajos más urgentes, como por ejemplo el retiro de escombros.
Se ha desplegado gente para evaluar los daños, disponer cuanto antes las medidas de emergencia, y las ayudas para los afectados y comenzar a pensar desde ya en el proceso posterior, después de la emergencia que es la reconstrucción.
Los organismos de respuesta a la emergencia, una vez más, se pusieron al servicio de los chilenos y chilenas más afectados.
Todo esto requiere coordinación, aprender de las experiencias, lecciones anteriores y tener conciencia que toda ayuda, si no es atingente y oportuna, se convierte en no ayuda.
Por eso me parece tan importante el ejercicio SIMEX que hoy estamos inaugurando. Porque no estamos hablando de un ejercicio teórico, sino que de una experiencia concreta: en Chile estamos permanentemente expuestos a los sismos de gran magnitud.
Como si hubiese sido necesario a todos nuestros invitados los hemos tenido estas últimas 24 horas con algunas réplicas demostrativas de lo que afirmo.
Y esa posibilidad, que cada cierto tiempo se materializa con toda la fuerza de la naturaleza, como pudimos ver hace menos de una semana, nos obliga, a estar debidamente preparados. La tarea que los equipos especializados de búsqueda y rescate urbano, los USAR, tienen ante una catástrofe es fundamental y esencial. Da certeza y da tranquilidad.
Y es clave, además, poder canalizar y coordinar adecuadamente la ayuda internacional para que esta no se pierda y quede solo en buenas intenciones, o en un mal manejo del país receptor.
Por eso es importante esta actividad, la que van a construir ustedes, así como la presencia de los delegados nacionales y extranjeros que hoy nos acompañan y, particularmente, la tarea que realiza Naciones Unidas a través de la Secretaría de INSARAG en la activación y coordinación de los grupos USAR.
Hace menos de un año, como Ministro de Defensa, me tocó presenciar en la ciudad de Valdivia, aquí está el general Ricardo Martínez que nos acompañó, el ejercicio de Solidaridad 2014. Se trataba de un entrenamiento conjunto de las Fuerzas Armadas de Chile y Argentina para prepararse ante la hipotética ocurrencia de un terremoto y un tsunami. Y que involucraba también la concurrencia de la Oficina Nacional de Emergencias, de las policías, de Bomberos, los servicios de Salud y autoridades regionales.
Ahí pude ver cuán importante es trabajar en estos ejercicios simulados para estar debidamente preparados y coordinados ante una eventual contingencia catastrófica. Este tipo de ensayos son indispensables, desde el punto de vista de la coordinación y de la combinación de fuerzas con otros países hermanos, para responder a emergencias y catástrofes que pueden afectar a cualquiera de nuestras naciones.
Reciban todos ustedes nuevamente los saludos del Gobierno de Chile, de la Presidenta de la República, que tuvo oportunidad de recibir ayer a parte de las delegaciones. Creo que a la luz de lo que ha vivido nuestro país hace tan solo unos pocos días, este ejercicio adquiere especial relevancia. No tengo duda de que cada uno pondrá a disposición el mejor de sus esfuerzos y experiencia en esta actividad, porque finalmente, todo lo que hagamos para salvar vidas e ir en ayuda de cualquier ser humano afectado por una emergencia de proporciones, será siempre indispensable.
Estamos acá las delegaciones, los chilenos, para aprender, para compartir experiencias. Por eso, agradecemos que nos hayan elegido como sede de este importante encuentro internacional.
Muchas gracias.